viernes, 10 de junio de 2011

LA FRUTA PROHIBIDA


Hoy me encuentro en el Edén, gozando de tus caricias,
paraíso terrenal que conoce tus primicias,
enredada entre tus ramas, cual si fuera una serpiente,
enroscándome en tus ojos y en tus deseos ardientes.


Te ofrezco el sabroso fruto, de mi más sentido amor,
que no sabe a pecado, más bien a néctar y flor
el que vamos ocultando tras árboles de pasión,
con dolor y con verguenza, porque es prohibido ante el sol.


Cuando te tengo a mi lado, me devoran estas ansias,
de cimbrearme entre tu cuerpo y sisear en tus entrañas,
con éxtasis infinito, deslizar en tus quebradas,
el volcán de mis pasiones en lava de amor que sacia.


Y en el sudor de emoción, desde la frente hasta el vientre,
libamos este veneno que inoculó la serpiente,
sintiéndolo como miel, la de la fruta prohibida,
que enajena nuestras almas y nos quita hasta la vida.


Condenada está mi alma a morir en el pecado,
en el más ardiente infierno, por desearte a mi lado.
Mientras el cielo nos juzga, desistir jamás podremos,
de comer juntos la fruta, aunque nos llegue el destierro.


Compartid el pecado para no estar solos






3 comentarios:

  1. Hermosa poesia y unas imágenes muy sugerentes. Leeremos tu blog con mucha atención. Gracias por pasarte por el mio. Un beso

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  2. hello
    i live girl and woman
    i meet you in Egypt
    good luck

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